Vecinos de calle 17, para el lado del Monte, visibilizaron la problemática vinculada al estado del agua corriente que reciben en sus viviendas y del agua servida que yace en los cordones de la vereda.

Ambos casos resultan “totalmente insalubres para quienes vivimos en la zona”, advirtieron, para luego explicar: “por un lado el agua que se supone que es para cocinar sale amarilla o marrón y, por el otro, el agua que permanece en la calle proviene literalmente de la cloaca”.

“Y eso que todavía no arrancó el calor, porque en verano no se puede estar. No podemos abrir las ventanas porque el olor es insoportable”, manifestaron.

En base a los reclamos, los frentistas indicaron que esto ya se ha plasmado ante las autoridades, “porque es un tema de larga data”, y que incluso ellos mismos se han ofrecido a comprar los materiales para hacer las reparaciones correspondientes, “pero nos dicen que sí y no vienen más; queda todo en la nada”.

De allí la insistencia y el pedido de una solución definitiva, “porque la voluntad y compromiso de nuestra parte está, falta la otra, la de quienes se supone nos gobiernan”.