Sin conductor en la cuna del PJ

Volvé Quique, el peronismo te perdona

Enrique Slezack.
Enrique Slezack.

Cada semana se acrecienta la tensión de cara al momento de definir los distintos candidatos de los espacios políticos. Entre ellos, en Berisso, la mirada está puesta en observar que ocurre con el derrotado peronismo.

¿Tendrán la capacidad de armarse?

NO. Suele ser la respuesta de militantes peronistas de distintas agrupaciones, que no logran divisar un hilo de esperanza que demuestre que el movimiento estará maduro con una propuesta convincente para las PASO.

En torno a una posible unidad electoral, donde diversos sectores se junten en una sola lista, es una hecho casi descartado, por ello en las últimas semanas se ha visto a diversos referentes cuestionar públicamente a sus pares y lanzar sus candidatos a pesar de que a nivel provincial y nacional nada esté definido.

El primero en cortarse solo fue el dirigente gremial Ramón Garaza, quien sorprendió a su propio grupo político que se enteró por los paredones que reeligió a un trabajador de su sector, Alejandro Paulenko, como propuesta renovadora.

Cabe destacar que Paulenko es un hombre de extrema confianza de Garaza, y ya ocupó un lugar en la lista de concejales secundando a Jorge Pagano, mientras el dirigente gremial encabezó aquella nómina como candidato a intendente en el 2015, siendo derrotados en las PASO por la lista encabezada por Juan Ignacio Mincarelli.

Por su parte, los “Hermanos Macana”, se dedican a coquetear y jugar a varias puntas ya que Juan Ignacio es parte del acuerdo con Cambiemos y especula con ocupar un cargo a nivel nacional, mientras que Sebastián se resiste a dejar su banca como concejal y pretende a cualquier costo renovar su concejalía, mientras que nivel nacional con el mismo comportamiento espera que Florencio Randazzo lo perdone y permita representarlo a nivel local.

A su turno, el “Arrepentido Serial” Federico Ruiz no pudo con su genio y volvió a auto-lanzarse como candidato pujando para lograr ser apañado por Randazzo, mientras que en la ciudad se conforma una mesa del sector que hasta ahora no lo ha convocado. Y más allá de sus contactos provinciales varios apuestan a una caída “libre” de esa candidatura, hasta el momento “virtual”.

En tanto, el empresario usurpador Fabián Cagliardi tiene en común con los Mincarelli que él tampoco vive en la ciudad, hecho que lo aleja de las reales preocupaciones de los vecinos que aún no lo conocen, incluso sus eslogan ha sido cuestionado, ya que manifiesta por un lado el “seguir trabajando”, cuando su único trabajo fue facturar obras faraónicas en Nación y Provincia durante la era kirchnerista, siendo el socio- proveedor de los gobiernos nacional provincial y local, esperando el guiño de Daniel Scioli para lanzarse definitivamente a pocos días de la presentación de lista.

Desde algunas agrupaciones, jóvenes se muestran indignados ante la falta de espacio de los actores de siempre, entre ellas la cuestionada Cámpora, y la JPBA dirigida por Santiago D’Elia (exfuncionario de juventud de Enrique Slezack).

Quien también intenta proponerse como un referente peronista es el místico Jesús Helguera,  alguien que se ha convertido en el resistido natural de todos. Pero caminado por los barrios diciendo “Aleluya hermano, soy la salvación”,  el dirigente ha firmado contratos abultados con el actual jefe comunal para realizar tareas de mantenimiento en distintos barrios, y lo aprovecha para realizar campaña con los recursos de Cambiemos.

Todo este panorama sin dudas muestra claramente la falta de conducción política en la ciudad, ya que no existe un referente fuerte que logre aglutinar la mayor cantidad de referentes, dado que los arriba mencionados no pueden conducir ni los autos de la calesita del Parque Cívico.

En este marco, quien ha sabido demostrar conducción triunfando en las urnas por tres mandatos consecutivos, ha sido el exintendente Enrique Slezack, pues más allá de padecer el desgaste natural, ha sido el único dirigente que ha sabido mantener al peronismo organizado. Ha sido un conductor natural que mantuvo en el PJ local la llama del peronismo, con críticas y errores, pero demostró conducción.

En las diversas reuniones políticas, y antes los candidatos que surgieron,  es común escuchar por estas horas y frente al desolador panorama una frase categórica: “Volvé Quique, el peronismo te perdona y te necesita”.

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