Acompañando el proceso de Melisa desde el año 2019, madre del joven fallecido tras un incendio, la referente de la ONG Decir Basta, Claudia Vivas, se pronunció al respecto y manifestó el respeto por los familiares, tanto paternos como maternos, aclarando que sólo se basarán en los hechos objetivos.

En el proceso judicial, prosiguió, “quedó asentando que no hubo descuido ni abandono por parte de la madre, ya que el nene con discapacidad había sido operado, y todos estaban escolarizados”.

Por ello, refutando las declaraciones del progenitor, consideró que “es un golpe bajo decir una determinada cosa por dichos de testigos, porque ninguno de ellos ratificó que la persona haya estado en un baile y, más allá de decir qué estaba haciendo, nos llama poderosamente la atención que el señor Romero haya hecho la denuncia luego de que se le dictara una sentencia por alimentos y un embargo”.

Tampoco, “desde la organización vamos a acostar el argumento, cómo se ha dicho, de ‘mala madre’ porque hay que pensar que esta persona estaba sola. De hecho, Romero, contrario a lo que manifiesta, sí fue escuchado y por ello la madre fue imputada por culparla de una desgracia”.

Entonces, “nosotros como ONG también queremos preservar a los niños y que en el Juzgado de Familia se les otorgue un abogado para que los escuche”, añadió.

Por otro lado, recordó que tanto Romero como su actual pareja “iniciaron una campaña de hostigamiento hacia la mamá de los nenes y ataques, y la justicia le prohibió este tipo de intervención; por lo cual, está en desobediencia, incumpliendo la orden judicial”.

Además, planteó -haciendo referencia a la mencionadas de Romero sobre el caso del pequeño Lucio- que “lo curioso es que, aun sabiendo la condición en la que dice que estaban sus hijos, se fue a vivir a otra ciudad”.

Lo que hay que entender, remarcó, “es que acá hubo una tragedia y desde la ONG trabajamos en silencio porque Melisa no habló durante un año y medio, no pudo. Por ello, no vamos a permitir que esta tragedia se utilice en contra de una mujer”.

“Cómo puede una mujer con tres hijos trabajar ocho horas. Para aquellas que no es una lucha cotidiana y ésta es la perspectiva de género que la Cámara adquirió”, apuntó.

El trabajo posterior consta de “hacerle entender que lo sucedido no fue su culpa, buscando la revinculación con sus hijos, respetando todos los tiempos judiciales y los medios para que se pueda reposicionar”.