En nuestra visita al Club El Ciclón, de calle 80 y 125, dialogamos con el presidente de la institución, Sergio Talavera, quien brindó detalles acerca de la actual situación de la institución y los trabajos en plena ejecución.

“Tengo amigos que me vienen a ayudar, pero poca colaboración de la parte técnica y de padres. En la comisión somos tres quienes trabajamos”, introdujo, haciendo alusión al mantenimiento de un espacio que está desde el año 1984.

En sus 22 años bajo el rol de presidente, recordó que cuando llegó había sólo dos arcos, y dos baños y vestuarios precarios.

A pesar del crecimiento que tuvo durante este largo período, señaló que la mayor dificultad reside en la falta de voluntad: “Después de dos meses de vacaciones recién ayer (2 de marzo) vino uno de los técnicos a tapar algunos pozos con las carretillas, porque me vio a mí y otra gente que no tiene nada que ver”.

Este club de Villa Progreso, marcó, “es muy importante para sacar a los chicos de la calle; por eso, este año vamos a tratar de que se acerquen los padres para aportar una ficha técnica, una médica, para tener un mejor control”.

En una institución como esta, “se tiene que regir por un estatuto y quien no lo cumple se tendrá que ir”. Si bien el manejo siempre fue igual “antes había más cooperación”.

Seguidamente, Talavera apuntó a la parte jurídica presente en el distrito, la cual “tiene que ver las necesidades de los clubes y ayudar”. Por eso, “las autoridades se tienen que acercar y beneficiar a todos, no sólo a los amigos”.

“Lamentablemente los políticos, desde Enrique Slezack al actual, son todos mentirosos”, manifestó, lamentando las promesas “no cumplidas”.

También, rechazó públicamente la propuesta de mover las actividades a “El Galpón”, ya que “nosotros tenemos personería jurídica y espacio propio, y hoy me entero que quieren que nuestros chicos vaya con el proyecto Envión a otro club”.

Los 600 mil pesos que consiguieron para parte de las obras “no alcanzan”. De todas formas, expresó que no pierde la ilusión de realizar un tinglado de 12 metros “para dar lugar a otras actividades”.

Lo que se espera, para las próximas semanas es terminar la parte de vestuarios y baños que él, junto a amigos, están construyendo.

“Acá no se trata de venir una hora, sino de poner el cuerpo porque hay mucho por hacer. Y el día que no esté esto quedará para patrimonio de El Ciclón”, finalizó Talavera.