ENSENADA, Octubre 27.-(BerissoCiudad.com.ar) Cuando Pablo Bologna (35) vio que los tres sujetos caminaban decididos hacia la casa, supo que la situación era peligrosa. Siete palabras después, sus peores presagios se confirmaban. "Callate la boca que es un asalto", le dijo uno de ellos, mientras extraía una escopeta recortada.

Era el comienzo de una verdadera odisea que se vivió ayer en una casa de Ensenada, donde tres menores ingresaron a robar, redujeron a una familia y los privaron de su libertad durante diez minutos, hasta que, en una audaz maniobra, personal policial logró rescatar a las víctimas y detener a dos de los agresores.

El terrible momento se vivió cerca de las 16.30, cuando Bologna llegó con su mujer de 29 años y su pequeño bebé, de sólo 1, al domicilio de su suegra, situado en La Paz entre Quintana y Haramboure.

En ese momento y, en oportunidad que el damnificado se encontraba cerrando la cerca, se le aproximaron tres menores que bajaron de dos motos tipo Honda CG. Sus edades oscilaban entre los 15 y 16 años, y sin mayores dilaciones, uno de ellos sacó a relucir una escopeta recortada, revelando las peores intenciones. Enseguida, por si fuera poco, un segundo ladrón exhibió un machete.

"Quedate tranquilo, no te resistas, sólo queremos la plata. Si te portás bien no te va a pasar nada", le prometieron los delincuentes a Bologna, que es comerciante y vive en Punta Lara.

AL PISO

De acuerdo a su relato, los precoces asaltantes se metieron dentro de la casa, lo hicieron tirar al piso boca abajo en el comedor y encerraron en una habitación contigua a su mujer, con el bebé en brazos, y su suegra.

"Sentí miedo y mucha impotencia. Miedo sobretodo por mi familia, porque estaba tirado en el suelo y no podía ver lo que pasaba en el cuarto", sostuvo el damnificado, quien además agregó que en ningún momento se resistió al golpe y no dudó en entregar su billetera con unos 600 pesos y el celular.

Pero los agresores lejos estaban de conformarse, y parecían dispuestos a llevar el ataque hasta sus últimas consecuencias para conseguir un suculento botín. De manera que mientras uno de ellos vigilaba a la familia, los otros revolvieron durante varios minutos la finca en busca de elementos de valor.

En cuanto a la actitud mostrada por los asaltantes, el comerciante indicó que "no estaban alterados ni nerviosos. Parecían que no era la primera vez que lo hacían, a esa edad ya se mostraban como profesionales".

"Incluso, algo que me sorprendió, es que uno le dijo a mi suegra "quédese tranquila señora, yo también tengo ahijados. Mientras nos den la plata, al bebé no le va a pasar nada", agregó Bologna.

RESCATE Y CAPTURA

Pero el golpe tendría para los ladrones una resolución inesperada. Al parecer, alguien advirtió la maniobra delictiva y alcanzó a dar aviso al 911. Apenas unos minutos después, un patrullero policial llegó hasta la vivienda y sus ocupantes bajaron del rodado y tocaron timbre. Otro momento de tensión.

"Atendé, atendé y decile que somos parientes", le ordenó uno de los ladrones a Bologna. Para entonces, los otros dos atacantes se encontraban atentos a lo que sucedía, custodiando la habitación donde estaban las mujeres.

En medio del nerviosismo, Bologna hizo lo que le ordenaron. Abrió la puerta y, al ser interrogado por los efectivos de la comisaría 1ª de Ensenada, se vio obligado a decir "que era un sobrino".

Pero, afortunadamente, el policía sospechó que algo raro pasaba y actuó con resolución. "Notó mi cara de susto, me agarró de golpe y me sacó para afuera. Ahí le pude decir que tenían cautiva a mi familia en la pieza. Enseguida se metió dentro de la casa y entonces los ladrones escaparon corriendo por los fondos", dijo Bologna.

Finalmente y, tras un intenso operativo, encabezado por el comisario Oscar Desiderio, se logró capturar a dos de los ladrones y recuperar el botín, mientras que el cómplice logró fugarse, aunque ya está identificado.(Fuente: EL DIA)