Quien es de Berisso, quiere estar en Berisso. La cercanía, los contactos y la aquerencia que brinda nuestra ciudad es única, y como buen berissense, el panadero y pastelero Juan Manuel Herrera volvió a echar raíces en nuestro suelo apostando a un nuevo emprendimiento que lleva el nombre de “La Bollería”.

“Nací, me crié y nunca dejé de vivir en Berisso. Mí papá fue dueño de ‘La Primavera’ y con los años fundó ‘El Trigal’ dónde ahora quedó a cargo mí hermana. Pero comencé desde chico, jugando. Con los años estudié gastronomía, pero fundamentalmente me enganché con la panadería y la pastelería”, comenzó relatando a modo de introducción en diálogo con este medio.

En sus inicios, Juan Manuel se instaló en el Centro de Residentes Santiagueños y posteriormente en calle 15, y uno de los primeros choques estuvo vinculado al hecho de trascender las tradiciones. “Aprendí hay que ser muy abierto para aceptar las cosas nuevas”, reconoció.

Lejos de quedarse quieto, y en la búsqueda de tener una identidad propia, decidió salir de la ciudad probando suerte en los programas televisivos de talla nacional e internacional, como lo fue su paso por Utilísima y El Gourmet. “Todo lo que vino después fue un regalo de la vida”, enfatizó.

Al hablar sobre este tema en particular, comentó que “el estar en El Gourmet te da un espaldarazo bárbaro, porque te ayuda a hacerte conocido y es una publicidad que no podría pagar; pero a la vez te juega en contra, porque la gente muchas veces no entiende que uno es un ser humano y puede tener errores, piensan que uno es perfecto y la verdad es que no lo soy”.

Con relación al oficio, recalcó que “esta una profesión que no tiene techo y las cosas se pueden conseguir. El problema es que no siempre estamos acostumbrados a sabores o recetas que vienen de otros lados”.

De todas formas “yo le digo a los que se inician que no dejen de probar. El tema es cuando uno hace las cosas para que los demás lo aprueben, y la realidad es que el primero que se tiene que aprobar es uno. La idea es ser fiel a nuestra convicción y saber hacia dónde queremos ir”.

“La primera condición es el estar abiertos a experimentar y aceptar los errores. Es un oficio donde además de estudiar tenés que hacerte”, aconsejó.

Con un gran recorrido a cuestas, Herrera habló sobre su actual emprendimiento diciendo: “la verdad es que fue el único local que me gustó toda la vida y el año pasado se dio la oportunidad. Y más allá de que soy berissense quise echar raíces acá ofreciendo un buen servicio”.

Si bien su apertura superó todas las expectativas, con la pandemia y las posteriores medidas de aislamiento se las tuvo que ingeniar con la reapertura, con ese comenzar de nuevo en tan poco tiempo, para seguir adelante, donde sin dudas su familia fue un apoyo fundamental.

Para mantener la continuidad de los comercios “estamos convencidos de que primero está la responsabilidad con salud y luego la venta, y vamos a poder seguir adelante siempre y cuando tengamos la ayuda necesaria, cumpliendo con los requisitos, aprendido del cómo hacer para hacer llegar a la gente nuestra mercadería”.

Sobre el final, expresó su gratitud de estar en Berisso “y lo que más valoro es que tengo todo cerca, a mis padres, familia y amigos, y qué mejor que me vaya bien en la ciudad donde nací. Acá, aunque sea de vista, nos conocemos y eso nos da una sensación de seguridad y pertenencia”.