BERISSO, Marzo 26 (BerissoCiudad.com.ar) En esta segunda y última parte de la entrevista en exclusiva con la concejal y militante Beatriz “Teté” Grasso ella nos cuenta su miedo por el afuera y cómo fue que queda en libertad luego de estar casi seis años detenida, con la emoción del encuentro con su familia.
“Tuve mucho miedo por mi hermano porque él también era militante, se tuvo que ir a Entre Ríos, yo nunca quise que vaya a visitarme, no quería que apareciera porque sabía que lo podían levantar, el miedo mío del afuera el miedo de mi hermano”.
“Llegamos a no manejar lo que pasaba afuera, era muy poco lo que nosotros sabíamos, nosotros no teníamos diarios, no teníamos revistas, teníamos visitas a través de locutorios, con vidrios de por medio, yo nunca más pude tocar a mi hija hasta que salí en libertad, a través de un micrófono yo hablaba y ella me escuchaba”, remarcó.
Pero sí aclaró que “nosotros teníamos información por medio de nuestras familias, ellos nos contaban lo que creían que era oportuno e importante, estábamos al tanto de lo que a ellos le pasaban, estábamos al tanto del maltrato, ellos sufrieron a la par nuestra”.
“Pero bueno, estaban las Madres de Plaza de Mayo, las locas como les decía Jorge Rafael Videla, que un día se pusieron a caminar en silencio en forma de reclamo por la libertad, más que por la libertad, por la aparición de sus hijos, no eran políticas, eran madres que reclamaban por la vida, justicia y si darse cuenta cuestionaron la dictadura militar”, agregó.
Beatriz Grasso a la vez destacó que “los hombres no lo hacían porque a ellos lo iban a llevar mucho más, a las mujeres las llevaron pero a ellos lo iban a llevar mucho más, entonces eran ellas, las mujeres las que salieron a reclamar como madre”.
Luego comenzó a relatar cómo fue quedar en libertad después de haber estado casi seis años detenida. “El día que salí salgo en libertad total, en ese momento todas las libertades se daban de manera vigilada, uno salía estaba dos o tres meses en su casa y no podías salir de allí. Ellos jugaron mucho con el arrepentimiento, ella era subversiva y por eso la detuvimos y ahí peleamos durante meses, donde yo nunca le firmé la libertad”, reseñó.
“Un día me vinieron a ver del área 113 y me dicen que tenían que ver cómo hacían para darme la libertad, cómo iban a llevar adelante mi posible libertad, entonces yo les pregunté cuál es la evaluación que ellos tienen que después de cinco largos años ellos deciden que tengo que salir en libertad, al menos yo quiero saber por qué estuve, ellos manifestaron que en este país hubo desmanes y yo era uno de ellos”, amplió.
Continúo manifestando que “cuando me dicen que tengo que dar los datos de cuál era el lugar donde yo iba a ir a vivir para el control y yo le digo cómo la libertad condicionada, me acaban de decir que estuve cinco largos años y que por los mismos desmanes que tengo que ir con la libertad vigilada, yo no la quiero, yo tengo que irme con libertad”.
“A todos les hicieron los papeles menos a mí y a los tres meses de eso, para un Día de la Madre, cuando entró la primera visita se enteran, cuando se iba la visita a nosotros nos encerraban en las celdas para que no tengamos contacto con otros y no nos contáramos las visitas. Cuando entra una de mis compañeras pega el grito de ‘la Negra Teté se va en libertad’, había salido en las listas de libertades, ese día no terminamos sancionadas de casualidad, ellos me decían, vos debés estar loca y yo les decía que sí”, hizo hincapié.
Luego enfatizó: “yo lo primero que le pregunto es cuánto tarda en salir la libertad total y me dicen tres meses, yo saqué la cuenta y digo ‘el 17 de octubre’ y les adelanté que ese día me iba en libertad”.
“Mi mamá que había venido le pedí que no se vaya, tenía terror de salir de Coordinación Federal, mucha gente llegó con la libertad y de ahí nunca salió, así que para el día que salí arreglé que ella este acá y cuando sepa que yo había llegado a Coordinación Federal vaya para allá y que no se valla hasta que yo no salga”, prosiguió la edil.
“Y así fue, a la noche cuando salimos estaba mi mamá con Betina y mi cuñada, salimos de ahí disparando porque había que irse de ese lugar lo más rápido posible, tomamos un taxi y llegamos en donde estaba mi hermano, él era portero de un edificio”, reveló.
“Al otro día me vine para Berisso y me pregunté por Beto (su marido), ¿qué sabía yo de Beto? casi seis años habían pasado y nunca más nos habíamos encontrado, mi suegra me dice que Beto estaba en el sur trabajando, al rato suena el teléfono, la casa estaba llena de gente y justo suena el teléfono, era Beto, él me cuenta que estaba en Formosa, me decía que no podía llegar, que teníamos que hablar. Cuando volvió nos propusimos volverlo a intentar”, aseveró.
Para finalizar, agradeció a la vida: “hoy digo, gracias a la vida que me ha dado tanto, tengo una familia hermosa, tengo a mi vieja viviendo conmigo, mi papá ya no está pero nos acompañó muchos años, mis hijos son todos buena gente, qué más le puedo pedir”. (BerissoCiudad.com.ar)