En diálogo con BerissoCiudad, el secretario general de la CICOP, Aníbal Aristizabal, se refirió a las paritarias y la situación por la que atraviesa el sector, consecuencia de las medidas abordadas por el actual gobierno.
Sobre la reunión que mantuvieron en la jornada del martes, comentó que “fue amena, con el sinceramiento de las partes a raíz de la crisis económica que se profundizó en los últimos días. Entendemos que es fundamental derrotar la política económica nacional de Javier Milei si queremos tener una Provincia viable y que este torbellino no se lleve puesto el bolsillo de los bonaerenses”.
En este marco “no planteamos ningún número sino que los salarios le ganen a la inflación. Sobre fin de año hablábamos de una paritaria de 148 por ciento y ahora los números que se dan son de 200 por ciento en el año”.
Por ello, “estamos pidiendo que se contemple esto, entendemos las dificultades del caso y que la cartera no pueda responder a esta demanda, pero tenemos que movilizar fuerte porque el escenario es el de congelamiento de salarios”, puntualizó.
El gesto del gobernador “es positivo, pero al mismo tiempo le tenemos que pedir toda la audacia posible para ser duro con los poderosos y gentil con quienes lo necesitan”.
En cuanto a la realidad del sector, confirmó que mayoría “estamos pluriempleados, no vivo con privaciones pero tampoco me sobra nada”, y que completan entre 40 y 50 horas semanales de trabajo “que traen efectos negativos y son propios de nuestro oficio”.
La situación de los hospitales va en el mismo tono, ya que “los compañeros piensan que si hay menos plata se puede compensar en otros empleos, pero la respuesta es que no, porque avanza la desregulación del sector. La Libertad Avanza viene a destruir un sistema de salud que estaba mal y ahora se desequilibra del todo. Y la medicina privada también se va a reducir porque no es para todo el mundo”.
También afirmó que “en los hospitales se profundizaron los inconvenientes, al igual que con la importación de diferentes elementos para hacer intervencionismo; los proveedores no los liberaban para nadie. Es una situación que pone en evidencia la necesidad de tener una soberanía en salud”.
“El mercado no puede regularlo todo porque la salud es un derecho”, añadió.
Lo cierto es que “en materia de salud no hay una buena dentro del DNU, lo único que encuentro positivo es que las recetas se tengan que hacer con las drogas genéricas y no con los nombres comerciales”.
Ante la crítica de por qué no salieron antes a velar por los derechos, Aristizabal habló por su sector y dijo: “Es cierto que en estos tiempos disminuimos la confrontación pero también es cierto que el gobernador dio una serie de respuestas a nuestro sector. Pudimos entablar diálogo y resolver demandas históricas con nuestros afiliados. Tuvimos un cierto grado de pasividad pero la inflación de ahora hace que sea muy obvia la vehemencia con la que estamos saliendo”.
Por estos motivos, están organizando un paro para repudiar las políticas que afectan el bolsillo de los trabajadores y la República tal cual está establecida.