Los días de lluvia traen complicaciones al transeúnte. Entre otras cosas, porque caminar por las veredas se complica muchísimo, debido al mal estado de gran parte de las aceras.
En este caso, una vecina mostró su descontento por la situación crítica de las sendas, sobre todo las que se encuentran con baldosas flojas, piso con mucho desnivel y el caudal de agua que genera, por lo que opta por caminar cerca del cordón de las calles.
“Una persona en auto enojada me tocó un bocinazo porque estaba caminando por el borde de la calle”, pero “no saben cómo están las veredas”, planteó.
“No se puede caminar, las veredas son intransitables. Si caminamos por las veredas tenemos que mirar si no hay algo que nos haga caer o nos lastimemos”, completó.