Tras el incidente protagonizado por un camión hace una semana en 122 y 66, vecinos de la zona dieron a conocer la problemática que atraviesan como consecuencia de ello.
La empresa ABSA procedió al arreglo de la calle que había cedido justo cuando un camión de grandes dimensiones circulaba, provocando su hundimiento. Pasó el tiempo y el “arreglo” se convirtió en una pesadilla para los frentistas de la zona.
Al parecer, arrojaron tierra para colaborar con la reconstrucción de la cinta asfáltica y luego, quedó todo así.
“Es imposible convivir con la tierra que levantan los autos. Dejaron todo así nomás, por favor si pueden hacer algo”, fue el grito de ayuda de una vecina ante este medio.
Cabe destacar que la zona es de altísimo tránsito en cantidad de vehículos y en el porte de los mismos, por lo que la molestia es constante y perjudicial. Sumado a ello, se trata de un sector de la región con alta densidad de comercios, lo que atenta contra las ventas, como si la recesión fuese poco.