El primero de esos episodios, cargado de brutalidad y violencia, se produjo en las calles 80 y 117, cuando un joven de 22 años fue abordado por siete sujetos, cuyas edades oscilaban entre los 15 y 19 años, quienes lo intimidaron con un arma de fuego para sustraerle el teléfono celular.
Sin embargo, no conformes con lo obtenido, los autores del ilícito lo arrojaron al piso, donde comenzaron a pegarle patadas y hasta uno de los asaltantes, en dos oportunidades, le gatilló su arma de fuego en la cabeza, aunque se desconoce si sabía que el disparo no iba a producirse.
Tras ese agresión, los vándalos siguieron su camino, dejando abandonado al muchacho, bastante maltrecho. Pero, lejos de saciar sus ánimos delictivos, a pocas cuadras de ese lugar, en 117 y 86, los siete sujetos agredieron a otro joven, de 25 años, a quien para robarle el celular, atacaron a golpes de puño, indicaron los voceros consultados por EL DIA.
Al parecer, antes de escapar, el que tenía el arma de fuego, le pegó un culatazo en la cabeza, que le produjo un corte en el cuero cabelludo, según se indicó.
Sin embargo, a partir de ese momento, la puesta en marcha de un operativo cerrojo, que montó personal de la seccional 16ª, al mando del comisario Marcelo Carrizo, por disposición del jefe Departamental Roberto Castronuovo, posibilitó la captura de los sospechosos.
Tan es así que, en diagonal 690 y 117, fueron todos interceptados por la comitiva policial, que incautó en su poder los dos celulares robados y un revólver calibre 32 largo, con dos proyectiles en su interior.
Por este hecho, se labraron actuaciones caratuladas como "robo calificado reiterado en poblado y en banda", con intervención de las fiscalías de Virginia Bravo, para los tres mayores imputados, y de Juan Benavídez, para los cuatro menores restantes, quienes anoche evaluaban su situación procesal y definían si continuaban detenidos.(Fuente: EL DIA)