En diálogo con BerissoCiudad en Radio, la psicóloga social y referente del programa Envión, Silvana Trotta, se refirió a la situación que atraviesan teniendo en cuenta que el Gobierno Nacional no está llevando a cabo el pago correspondiente a la aplicación de dicho programa.

Envión es un programa de responsabilidad social compartida, es dirigido a adolescentes y jóvenes con el objetivo de que los mismos puedan desarrollar diferentes talleres en lo hace a oficios y prevención. Para la realización de estos talleres los chicos y chicas son becados.

“Nosotros en la casita Don Bosco, que es una cede y después hay otra en el CIC de Barrio Obrero, estamos en una situación de precariedad laboral muy seria. Desde el mes de julio nosotras no cobramos, no cobramos julio, agosto, septiembre y la semana que viene entraría octubre”, comenzó planteando la psicóloga social.

De la misma manera, manifestó que “el municipio debería hacerse cargo de esto de responsabilidad compartida, que bien marca el  programa que baja del Ministerio de Desarrollo Social, y hacerse cargo de cosas como la merienda de los chicos, el pago de talleristas, la compra de insumos, por ejemplo para talleres de prevención”.

Hoy por hoy en la sede de Don Bosco no cuentan con materiales para la concretar puesta en funcionamiento de un taller, pese a esto las talleristas, como equipo técnico, continúan cumpliendo con su trabajo.

“Sentimos que esto es vulnerar nuestros derechos como trabajadoras, si bien somos tercerizadas todas pagamos monotributo que en algunos casos es muy alto de hasta 700 pesos y tenemos honorarios de 5 mil pesos por lo que ese honorario se reduce”, puntualizó Trotta.

Por otro lado, indicó que cuando se elevan los reclamos, las respuestas son “que no está el cheque, hay que acomodar la factura porque hay que cambiar la fecha, está mal salvada… mientras que nosotras entregamos nuestras facturas en tiempo y forma. Nosotras hablamos con Liliana Devoto, la coordinadora provincial, y cuando ella nos dice que los fondos del mes de julio y agosto están girados hace dos meses al municipio. No sé qué hace el municipio con esos fondos que son nuestros porque a nosotras no nos paga”.

Trotta reconoció en este marco que la lucha es diaria teniendo en cuenta que la intención del equipo técnico no es dejar a los adolescentes y jóvenes sin esos espacios.

“Nos deben cuatro meses de honorarios que obviamente no tienen ningún ajuste respecto a la actualidad y que nosotras sí lamentablemente tenemos a diario donde todas tenemos que cubrir nuestra vida cotidiana con otros trabajos, que también son precarizados”, precisó.

Cabe destacar que previamente a la comunicación con este medio, la profesional tuvo una comunicación con el municipio donde le dijeron que el sueldo de julio, únicamente, probablemente estaría firmado para cobrar durante la jornada de este lunes.

“Me comuniqué vía Whatsapp con Simonetti, con el intendente Jorge Nedela y los informé que este mes necesitamos que nos paguen como sea. En mi caso yo llevé las facturas de agosto y septiembre, a algunas compañeras les han dicho que septiembre no lleven la factura. Yo la dejé porque me la recibieron. A veces las facturas se pierden, parece que en vez de hacer esto en un municipio estamos en un puesto callejero”, lanzó la entrevistada al aire.

En cuanto a la respuesta del intendente Nedela, Trotta detalló que “evidentemente lo leyó porque está marcado como leído. No tenemos respuesta y exigimos que en el trascurso de la semana se nos pague julio, agosto y septiembre, más allá de boleta entregada o no, sino como cuestión humanitaria y de derecho por ser trabajadoras y estar en nuestro lugar de trabajo”.

Hay que agregar que el monotributo es de alrededor de 700 pesos, sumado a los honorarios del contador “tenemos un gasto fijo de mil pesos, aquellas que no podemos descargar el monotributo por otro lado. Hay compañeras profesionales que pagan menos pero tienen que hacer el aporte a su caja de profesionales. Las técnicas del Programa tenemos que ser todas profesionales, hay trabajadoras sociales, abogadas y en mi caso soy psicóloga social, que también hay exigencia de profesión y no se contempla el honorario acorde a la profesión y a la actividad que se cumple”.

“Es un pedido directo a las autoridades del municipio, necesitamos cobrar. Nos corresponde, es nuestro derecho. Ya no sabemos qué puerta tocar, hablamos con el Ministerio de Desarrollo Social, ellos han intervenido en esto de contactarse con el municipio, sabemos que los fondos fueron girados”, sentenció.

“La plata en algún lado de la localidad de Berisso debe estar circulando. Nosotros dinero, nuestro trabajo, nuestros derechos vulnerados. Sabemos con certeza que julio y agosto fueron girados al municipio en tiempo y forma, hace tiempo y en esta semana van a girar septiembre. Queremos que el municipio nos pague julio, agosto y septiembre esta semana. Estamos en desventaja de ante mano y sabemos que tienen nuestro dinero y nosotros en nuestros puestos de trabajo, haciendo talleres y tenemos gente ad honoren, son todos profesionales”, aseveró la psicóloga social.

En igual tono, advirtió que “no queremos que el programa se caiga porque no queremos que se caigan los pibes”.

“Este es un reclamo primero porque somos todas mujeres en este equipo técnico y en el del CIC que los coordina Mirta Sosa también la mayoría son mujeres. Esto lo hace doblemente vulnerable por la cuestión de género. Y el objetivo del programa, que Ana Pedroza viene haciendo desde mucho antes de que aparezca el programa Envión, donde ella en el centro Don Bosco ha contenido a generaciones de pibes y pibas ofreciéndoles un lugar donde siempre hubo talleres de prevención y oficio”, compartió Silvana Trotta.

Asimismo, remarcó la importancia de este programa y de la contención social que conlleva: “toda la problemática social es compleja y vamos a pensar que en la casita vienen pibas y pibes que nos cuentan qué les pasa. Tenemos muchos pibes y pibas que han podido terminar el secundario, muchos están en la facultad. Algunos tomaban o fumaban y han cambiado, uno hay ce un aporte y es un proceso”.

Y agregó que “si no se contiene a un pibe ya tenés un pibe en riesgo sea de la clase social que sea. Sabemos que los pibes de buena posición social roban, son pibes que arman quilombo en un boliche top con ropa de marca. Y esto no estigmatizar, sino ver qué pasa en los adultos que no podemos terminar de educar en valores, en prevención de violencia. Luchamos contra la violencia hacia las mujeres y estamos con más casos de femicidio”.

“Ponemos la inseguridad en la calle y también está en nuestras casas. Por eso queremos que se sostenga el programa, porque esto también produce un desgaste psicofísico y emocional, en un años renunciaron cinco técnicos. Están echando gente de todos lados, el dinero no alcanza. Nos queremos solidarizar con otros compañeros en situación laboral vulnerable. Y queremos que se regularice nuestro pago”, cerró.