Opinión

Una dificultad para el aprendizaje

Por María Cecilia Doval
Por María Cecilia Doval

Vengo observando una característica en niños y adolescentes, que afecta en gran medida el desempeño y actividad escolar, que suele ser considerada una dificultad de aprendizaje, y tiene mucha relación, con una patología “de moda”: la fobia social.

Cuando los padres llegan con la demanda, de su hijo como sujeto que no aprende, o que tiene dificultades para relacionarse, suelen hacer planteos como: “…Manuel tiene miedo, no juega con nadie en el recreo, los compañeros no lo invitan a sus fiestas, no entiende y no se atreve a preguntar”. Es ahí que interviene el profesional con las preguntas de la Anamnesis (entrevista), como: ¿qué hace los fines de semana?, a lo que el padre o la madre suelen responder: -…y se queda en casa, juega con sus hermanos, porque, bueno nosotros…trabajamos, o tenemos que descansar y no podemos acompañarlo. Otra pregunta típica: -¿festeja los cumpleaños?-...Sí, vienen los tíos, los primos, los abuelos. -¿Hace algún deporte u otra actividad extraescolar?- No, porque no tenemos dinero para llevarlo.

Es decir, parecería ser que el sujeto, desde el hogar no es “empujado a la exogamia” (Exogamia, desde Lacan, como salida a la cultura) o sea a relacionarse socialmente. Es justamente el colegio, el único ámbito social con el que se vincula, y es éste quien “lo denuncia”, ya que en otros ámbitos no presenta dificultades, porque tiene que ver con lo conocido- lo familiar, y lo conocido no perturba. Todo cambio, dice Piaget, genera un desequilibrio, y este sujeto “no está dispuesto” a soportarlo, además no hay un otro que lo sostenga y lo permita. El mensaje implícito parecería ser: el afuera es peligroso, él recibe este mensaje, y su respuesta es un síntoma: tengo miedo a algo que es peligroso.

Puede que la familia de un sujeto con características fóbicas, lo sea también; además este rasgo o estructura*  se ve afectado o afectada, por cuestiones sociales reales, que pueden generar temor. La inseguridad, ó la cultura de la globalización, entre otras, donde se suele disponer de poco tiempo, lo que hace que no se tengan en cuenta las particularidades de cada ser como único e irrepetible, en determinados ámbitos y momentos, como suele ser la familia y la escuela,  fundamentales colaboradoras en la construcción de la subjetividad.

Es importante al diagnosticar, si es que debe hacerse, tener en cuenta una amplia cantidad de aspectos y características. Es decir porque un sujeto no juegue o no tenga ganas de relacionarse, no podemos determinar que sea fóbico. Debe realizarse una evaluación exhaustiva, con varias pruebas diagnósticas, que servirán para trabajar en un tratamiento, no para ponerle un nombre al comportamiento de una persona, sino para intentar ayudarlo a que pueda resolverlo…

 

María Cecilia Doval.

Lic. en Psicología (USAL).

Lic. en Psicopedagogía (USAL).

*Algunas líneas teóricas consideran a la fobia un rasgo dentro de una estructura de personalidad, otras una estructura en sí misma.

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