A aquella Sociedad fundada por los pioneros de 1924 para dar respuesta, desde el voluntariado y la solidaridad, a las contingencias de una población industrial indefensa.
Sí a los Bomberos Voluntarios de Berisso, a la totalidad de sus integrantes, desde el Sr. Presidente de la Sociedad, hasta el cadete recién ingresado, a su honroso Cuerpo Activo, al Honorable Cuerpo de la Reserva y a todos aquellos que quedaron eternamente en la memoria y en el recuerdo de su pueblo y que seguramente los guían y protegen desde el cielo.
Los admiro, me inclino y los saludo en su día (2 de junio) y todos los días, porque entiendo que son seres que se han propuesto SERVIR con el más amplio espíritu de amor por los demás (su prójimo) y por las cosas materiales de todos (los bienes de toda la Ciudad de Berisso), poniendo en cada acto de su vida su decidida VOLUNTAD de contribuir al bien comunitario con el noble fin de ser útiles, arriesgando en su osada entrega hasta lo más trascendente de un ser humano en éste propósito, su salud y hasta su vida, valores éstos insustituibles, porque resulta imposible reemplazar a un hombre como se reemplazan las cosas perdidas, puesto que cada persona es un caso único e irrepetible en la existencia humana.
Es indudable que la vocación de servicio como la solidaridad, requiere de un permanente sacrificio, que muchos hombres aceptan y otros no. Por ello, porque con su acción permanente e incansable nos ayudan y nos alimentan la esperanza de tener un buen presente y un mejor futuro.
Estando siempre en socorro y ayuda en todos en aquellos momentos cuando la emergencia y el siniestro ponen en peligro nuestra vida y nuestros bienes, sin hacer diferencia alguna de trato, son los Bomberos Voluntarios quienes concurren pronta y profesionalmente en nuestra ayuda, aún hasta en aquellos casos donde no se haya cumplido con la ineludible obligación solidaria vecinal del aporte de la cuota societaria.
Poniendo todo de sí, capacitándose permanentemente, entrenándose sin descanso, haciendo docencia para la prevención, restándoles tiempo a sus familiares queridos, adquiriendo con su esfuerzo nuevos equipos, es decir, tratando de ser mejores cada día para brindar en cada caso una pronta, profesional y adecuada atención a todo el pueblo berissense y también ayudando en las continencias que ocurren en los partidos vecinos. Gracias por su ejemplo, el que debiéramos seguir desde nuestros lugares, y que tradicionalmente está plasmado en esa frase, casi religiosa, que resuena a diario en los muros de cada Cuartel de Bomberos Voluntarios: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”, Gracias por existir, Gracias, simplemente Mil Gracias. Son, a mi humilde entender, la Entidad Benemérita que siempre llena de orgullo a nuestra tan amada Ciudad de Berisso.
Lic. Daniel Luis Sedán
DNI 7.792.515
