Bailar es una actividad social no solo por lo divertida, sino porque es una actividad humana que los niños pueden compartir sin ningún tipo de diferencias.
De niño todo es más fácil porque el cuerpo se puede expresar libremente al escuchar la música. A través de los movimientos, surge el ritmo y la energía y de inmediato de los pies y a partir de ese impulso nacen distintas formas más o menos convencionales de expresar el baile.
Mercedes Jonefer e Ignacio Fernández son los responsables del taller tango de la Escuela N°4 Manuel Belgrano de esta ciudad, que llegaron a ese establecimiento educativo a partir de las actividades de extensión que lleva adelante la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Berisso junto a la Jefatura Distrital de Educación.
Ellos dictan el taller a los niños de tercero, cuarto, quinto año de la educación Primaria todos los martes y jueves en el corazón del barrio Obrero.
“Para nosotros es un gran desafío -señala Jonefer- acercar a los niños a una danza poco difundida en el ámbito infantil pero nos sorprenden las ganas, el interés que ponen para llevarse al final de cada clase un paso, una pirueta. Aquí los pequeños no sólo descubren su cuerpo, hacen ejercicio y se divierten y además aprender a seguir instrucciones (arriba, abajo, vuelta, con las manos, etcétera) o copiar movimientos.
Respecto al desarrollo de cada clase, la profesora comentó que “intentamos que tomen al baile como diversión solamente compartimos un espacio y soltamos nuestros cuerpos al sonido de la música”.
“De esta manera, aprender a bailar es una actividad que los niños disfrutan muchísimo y que les encanta compartir. Girar en círculos, hacer filas, avanzar, tomarnos y soltarnos de las manos es muy divertido, aunque no podemos negar que siempre hay algo de vergüenza”, prosiguió.
A su turno, Fernández sostuvo que “ellos prefieren aprender a bailar el tango en grupos o entre niños del mismo género posibilitando también la expresión de algunas individualidades, que cada uno demuestran para moverse y controlar sus cuerpos”.
“Si bien el objetivo es realizar una muestra a fin de año, la idea es que los niños aprendan a coordinar la respiración, la mirada y por supuesto el caminar, porque el tango se baila moviendo los pies, su esencia consiste en la pisada en la forma como el pie del hombre guía al de la mujer y en eso todas las semanas trabajamos”, completó.
El desafío está en marcha los alumnos de la escuela N.º 4 esperan las clases para copiar todos y cada uno de los pasos y movimientos que sus docentes le indican. Esperan verse en espejo cumpliendo un nuevo objetivo que en este caso la escuela desde el ámbito cultural les está acercando.