BERISSO, Agosto 07.-(BerissoCiudad.com.ar) “Jamás vi tantos billetes verdes juntos”, dijo Miguel Gutiérrez, un tapicero de 56 años que encontró 10.000 dólares en un sofá que tenía que reparar y sin dudarlo llamó a la dueña del dinero, le avisó y se lo llevó a su casa.
Según cuenta el tapicero, que vive en Berisso y trabaja en Villa Elvira, un barrio de la ciudad de
“Cuando lo entregué me sentí tranquilo otra vez. Como casi todo el mundo, estoy apretado en la economía doméstica, tengo tres hijos (de 16, 7 y 5 años), esposa y una casa por sostener sólo con mis ingresos, que apenas superan los 2.000 pesos mensuales. Pero no podía quedarme con ese dinero. No es mío, y siempre creí en que si encontraba algo ajeno lo iba a devolver”, contó Gutiérrez.
El tapicero vive en 125 y 17 de Berisso y todos los días hace decenas de cuadras en bicicleta para llegar a su lugar de trabajo, en 10 entre 79 y 80. “En 35 años de trabajo como tapicero jamás me ocurrió algo así. Al ver el dinero me quedé helado. Cuando llegué a casa el lunes a la noche le conté a mi hijo mayor y a mi esposa. Les pregunté qué reacción tendrían en caso de encontrar dinero y me respondieron los dos que devolverían la plata. Cuando me respondieron de ese modo les comenté el caso y todos quedamos aliviados. Creo que si no hubiera procedido así, no dormiría tranquilo nunca, ni siquiera hubiera podido conciliar el sueño”.
Sin recompensa
Gutiérrez también contó que “no esperaba nada a cambio. Me parece una reacción lógica. La dueña del dinero -sobre la cual el tapicero no quiso dar nombre, ni dirección como así tampoco otra señal que pudiera identificarla- no podía creerlo. Me agradeció y para mí ahí terminó la historia”. Ante la consulta si recibió alguna recompensa al haber tenido el gesto de devolver el dinero que había encontrado ocasionalmente, dijo: “No recibí nada, sólo me dijo gracias y está bien que haya sido así”.
El tapicero remarcó: “Jamás pensé que me iba a ocurrir algo así. Lo máximo que tuve en mi mano fue un billete de cien dólares, hace mucho tiempo. Fue algo que nunca me voy a olvidar, pero lo fundamental es que actué como me imaginaba que lo iba a hacer en un momento como éste”.
“La gran recompensa tras este hecho es que mi familia me dijo que se han sentido orgullosos de mi accionar. Eso reconforta a uno y la verdad es que estoy muy feliz”, concluyó Gutiérrez.(Fuente: Diario POPULAR)